Katy Perry

Katheryn Elizabeth Hudson – tal es el nombre completo de la cantante – nació en en Santa Bárbara, California, Estados Unidos, el 25 de octubre de 1984.

Cuando era pequeña, Katy Perry – hija de dos pastores evangélicos – no dejaba de escuchar música Gospel y cantaba en el coro de la iglesia local. De hecho, el primer trabajo discográfico que Katy lanzó – y que llevó su verdadero nombre, Katy Hudson – fue editado en 2001 por el sello Red Hill Records y fue un álbum de música cristiana sin demasiado éxito.

Con respecto a sus influencias musicales, Katy Perry comentó alguna vez que fue durante su adolescencia que descubrió la música que más la inspiraba: “Encontré un disco de Queen y el cielo se abrió y me salvó. A partir de entonces, ellos han sido mi mayor influencia”, confesó en una entrevista.

Pero la carrera de Katy Perry finalmente comenzó en 2005, cuando la cantante apenas tenía 21 años. Ese año, Katy firmó un contrato con Capitol Records para lanzarse como cantante solista, pero fue recién en 2008 que su trabajo vio la luz. La espera valió la pena: su álbum “One of the boys” debutó en la posición número nueve en el Billboard 200.
El primer sencillo de “One of the boys” fue un tema llamado “Ur So Gay”, que causó muchísima polémica por el contenido de su letra. Además, Katy Perry recibió una ayuda extra e inesperada: Madonna declaró en dos programas de radio que “Ur So Gay” era su canción preferida del momento y así disparó la fama de la cantante.
El segundo sencillo, “Thinking of You”, fue lanzado como promoción algunos meses más tarde, aunque el verdadero éxito de Katy Perry llegó con el tema “I Kissed a Girl”, que pronto se convirtió en un éxito a nivel mundial.
El cuarto sencillo del disco fue “Hot N Cold”, lanzado el 9 de septiembre de 2008 también con mucho éxito.
Katy Perry es carismática y polémica. Supo explotar su veta rebelde con letras polémicas y movimientos sexies. Alguna vez comentó que sus productores le habían pedido que “imitara a Avril Lavigne“, aunque ella se esforzó por conseguir un estilo propio no menos desenfrenado.